Encargar un retrato puede parecer complicado, pero en realidad es un proceso muy sencillo. Ya sea como regalo especial, recuerdo familiar o simplemente porque quieres tener una obra única en tu casa, aquí te explico cómo funciona paso a paso.
1. Elige la foto o el modelo
La base de un buen retrato es una buena referencia. Puedes encargarlo:
- A partir de una fotografía: lo más habitual. Te recomiendo una foto con buena luz, nítida y natural. Si dudas, puedes enviarme varias y yo te ayudo a elegir.
- Posando en persona: menos común hoy en día, pero posible si vives cerca.
💡 Consejo: una foto espontánea y bien iluminada transmite mucha más vida que una demasiado rígida.
2. Define la técnica y el tamaño
Cada retrato es distinto según la técnica y el formato:
- Dibujo sobre papel a grafito o carboncillo: más íntimo y delicado.
- Dibujo sobre papel a bolígrafo y/o rotulador: con un toque pop.
En cuanto al tamaño, puedes optar por retratos pequeños (perfectos para regalo), medianos (más personales) o grandes formatos (ideales para decorar un espacio).
3. Plazos y proceso
El tiempo depende de la técnica y el tamaño. Por ejemplo:
- Un dibujo pequeño puede estar listo en pocos días.
- Uno grande puede necesitar varias semanas de trabajo.
Mi forma de trabajar suele seguir este esquema:
- Pedido y definición de detalles.
- Boceto inicial.
- Proceso de dibujo.
- Entrega final.
En algunos casos envío avances, para que veas cómo evoluciona la obra.
4. Entrega y presentación
El retrato puede entregarse de diferentes formas:
- Enmarcado, listo para colocar o regalar.
- Sólo la obra, para que tú elijas el marco.
- Envío seguro a cualquier parte, bien protegido.
- Entrega en mano si estás cerca.